Malformaciones congénitas
Las malformaciones congénitas ocurren cuando hay un defecto en los genes, los cromosomas, los órganos infantiles o la química del cuerpo. Estas anormalidades pueden tener un impacto menor en la vida del niño, o tener un impacto significativo en él o ella, la naturaleza de la vida que vivirá, la cual vivirá y puede determinar si el feto sufre deformidades o no a través de ciertas pruebas llamadas pruebas de defectos de nacimiento.
Tipos de trastornos congénitos
Las malformaciones congénitas incluyen:
- Enfermedades genéticas como síndrome de Down.
- Enfermedades de transmisión familiar como Tay-Sachs, anemia falciforme y otras.
- Problemas congénitos orgánicos como anomalías cardíacas y malformaciones del tubo neural.
Cómo detectar malformaciones congénitas
Existen dos tipos de pruebas para la detección de malformaciones congénitas, que son a través de pruebas preliminares, diagnósticas y las pruebas preliminares aparecen solo si existe la posibilidad de que el niño se distorsione, y no da un resultado seguro, si el resultado de el análisis es positivo, si el resultado de este tipo de pruebas es negativo, significa que el niño a menudo no presenta ninguna malformación congénita, pero no garantiza que la madre tenga un embarazo normal o un embrión sano, y esto El análisis muestra si un niño tiene un defecto congénito particular.
Las pruebas iniciales de malformaciones congénitas se realizan a través de análisis de sangre, ultrasonidos y análisis de sangre para determinar la cantidad de una sustancia particular en la sangre de la madre, y el ultrasonido se usa para ver ciertos cambios en el feto. Las pruebas de diagnóstico incluyen tomar células del feto para examinar genes y cromosomas.
También puede dar un resultado negativo incluso cuando el niño tiene un defecto congénito. Esto se llama resultado falso negativo. El análisis también puede dar un resultado falso positivo. El resultado del análisis es anormal, pero el niño nace naturalmente. Y hay algunas pruebas que se pueden realizar solo durante el primer trimestre del embarazo, y otras pueden realizarse durante el segundo trimestre del embarazo, y también se puede hacer un análisis combinado, es decir, análisis integrados realizados en el primer trimestre con análisis realizados en el tercer tercio J para alcanzar un resultado más preciso.
Los padres pueden elegir si quieren hacer las pruebas. Por ejemplo, estas pruebas pueden ayudarlos a obtener ayuda de especialistas en cómo cuidar a un niño si tiene una malformación, o para ver si quieren mantenerlo si hay un problema grave. Pueden elegir no someterse a estas pruebas para que la madre continúe cargando normalmente.