Es una inflamación causada por hongos en la piel que afecta los folículos pilosos en el cuero cabelludo y los folículos decimales en la piel, a menudo infecta a niños de entre 6 y 10 años y rara vez ocurre después de los 16 años, y se propaga en entornos abarrotados como escuelas o zonas pobres, y la incidencia de hombres más que mujeres.
La infección se produce como resultado del contacto directo de una persona a otra durante el juego o al usar las herramientas de la víctima, como un peine, sombrero, tocado o almohada, o como resultado de la mezcla con animales portadores de la enfermedad, como gatos y otros. , y la posibilidad de infección en pacientes con inmunodeficiencia, desnutrición o enfermedades crónicas. Dolor y picazón en el área de la lesión, rotura, pérdida de cabello, hinchazón e hinchazón de los ganglios linfáticos circundantes.
Diagnóstico:
El diagnóstico de infecciones fúngicas puede estar asociado con eccema graso, psoriasis, eccema, alopecia o infección bacteriana del folículo piloso.
La inflamación se diagnostica mediante radiación ultravioleta, que en algunos casos proporciona reflejos de color especiales y un examen microscópico directo de una muestra de escamas para examinar esporas, filamentos fúngicos o cultivos de laboratorio. También utiliza un dispositivo especial conocido como luces Woods en una habitación oscura.
Sintomas:
El período de incubación de esta enfermedad dura de uno a cuatro días.
Los síntomas de la enfermedad comienzan repentinamente con una mancha rosada en el cuero cabelludo, y luego el cabello de esta mancha no se rompe y se rompe (3-5 mm de la superficie de la piel) y se vuelve pálido y rodeado por una piel suave como polvo. Los parches suelen ser redondos u ovalados.
La infección dura semanas y meses si no se trata, e infecta a un gran número de la población circundante, por lo que es necesario un tratamiento temprano.
proteccion:
La prevención se realiza tratando los casos detectados, respetando las normas de higiene y evitando animales y personas infectadas.
Tratamiento:
El paciente debe consultar con el médico para diagnosticar la enfermedad y dar el tratamiento adecuado.
El tratamiento se realiza con medicamentos antimicóticos tópicos y orales como el glicofofilo (preferiblemente después de los alimentos), el quinazol y la tripanavina. El paciente también puede requerir tratamiento con cortisona en casos de inflamación severa o antibacteriano en los casos de mezcla con bacterias, y puede requerir cirugía para descargar el absceso en casos de inflamación severa.