Hoy viajaré a África. Solía referirme a los problemas de salud más comunes en general y a nuestra región en particular, pero hoy elegí abordar un tema antiguo y nuevo al mismo tiempo por su importancia y la magnitud de la carga que conlleva.
Charla de hoy sobre la enfermedad del virus del Ébola
El virus apareció por primera vez en el Congo en 1976 en una aldea cerca del río Ébola (de ahí el nombre) y en Sudán, y reapareció en países de África occidental como Guinea, Liberia y Sierra Leona en marzo de este año.
La gravedad de la enfermedad radica en la ausencia de una vacuna preventiva o cura hasta la fecha y debido a la alta tasa de mortalidad de hasta el 90%.
El virus del Ébola se transmite por contacto directo con una persona infectada a través de las secreciones del cuerpo (sangre, saliva, orina, etc.), así como de los tejidos corporales.
El período de incubación es entre dos y 21 días.
Sintomas:
- fuego.
- Son generales.
- Dolor muscular
- Sangrado interno y externo (tejido mucoso como el ojo y el sistema respiratorio).
- Deficiencia en la función renal y hepática.
Se deben tomar medidas de inmunización para controlar el virus y prevenir su propagación.
El número total de víctimas hasta principios de julio fue de 826 casos y el total de muertes a 487 muertes.
Los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este virus se concentran en el tratamiento y la reducción de la propagación de casos infectados, además de trabajar en el desarrollo de una vacuna preventiva y el trabajo en el virus no evoluciona de una manera que cambie el mecanismo de transmisión para volverse más rápido y peligroso, como sucede en los virus aerotransportados por pulverización.