¿Qué causó la dificultad para respirar?

La dificultad para respirar puede incluir: Respirar es incómodo con la sensación de que no está recibiendo suficiente aire. La dificultad respiratoria puede ser un síntoma de estrés o un síntoma de una enfermedad simple como un resfriado. Puede ser una indicación más seria de la dificultad para respirar y sus causas en este artículo.

consideraciones: No existe una definición uniforme de la dificultad para respirar, algunas personas pueden sentirse inquietas con solo ejercicio ligero (por ejemplo, subir escaleras), aunque no padecen ninguna condición médica. Otra persona puede sufrir una enfermedad pulmonar avanzada, pero no siente dificultad para respirar. El jacinto es una forma de dificultad para respirar que hace que una persona tenga un tono agudo al exhalar.

las razones : La falta de aire tiene muchas causas diferentes, por ejemplo:

1. La enfermedad cardíaca puede causar dificultad para respirar si su corazón no puede bombear suficiente sangre para suministrar oxígeno al cuerpo. Si el cerebro, los músculos u otros órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno, esto puede provocar dificultad para respirar. Los problemas del corazón son:

1. Angina de pecho

2. Ataque al corazón

3. Defectos cardíacos desde el nacimiento (cardiopatía congénita)

4. Insuficiencia cardíaca

5. Trastornos de los latidos del corazón (arritmia)

2. La dificultad para respirar también puede deberse a problemas con los pulmones, las vías respiratorias u otros problemas de salud. Los pulmones son:

1. Coágulos de sangre en las arterias de los pulmones (embolia pulmonar)

2. bronquiolitis

3. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), como bronquitis crónica o enfisema

4. Otras enfermedades pulmonares

5. Neumonía

6. hipertensión pulmonar

7. Problemas con los bronquios que conducen a los pulmones, tales como: obstrucción de las vías respiratorias en la nariz, la boca o la garganta.
O asfixia por algo atrapado en las vías respiratorias o que sufre inflamación de la lengua del salmo

Otras razones pueden incluir:

1. Sensibilidad (puede deberse a la presencia de moho, barbero o polen)

2. Subir a grandes altitudes donde hay menos oxígeno en el aire.

3. Presión sobre la pared torácica

4. Polvo en el medio ambiente.

5. Trastorno emocional, como ansiedad.

6. La aparición de hernia en el diafragma.

7. La ayuda de la obesidad.

8. Persona lesionada con ataques de pánico y miedo.